martes, 26 de febrero de 2019

Ana Rossetti: "La poesía está en todos lados; hay que saber detectarla"



El pasado 12 de febrero, nuestro instituto recibió la visita de Ana Rossetti, que se reunió con los alumnos de 2º de ESO para hablarles de su poesía y de su trayectoria. Con su obra Los devaneos de Erato, galardonada con el premio Gules, la poeta gaditana rompió los moldes establecidos al comienzo de la década de los 80. Los alumnos tuvieron ocasión de preguntarle acerca de su prisma de poeta y mujer sobre "aquella movida madrileña".

Ana Rossetti nos explicó que, a pesar de haber estado rodeada siempre de poesía, a ella jamás se le había pasado por la cabeza la posibilidad de ganarse la vida siendo escritora. “Aunque no sabía cómo se hacía (escribir poesía) vi un concurso en una revista literaria dotado con cien mil pesetas. Decidí presentarme con los Devaneos de Erato, una recopilación de diversos textos que durante una época había ido regalando a mis amigos más íntimos”. Por aquella obra recibió numerosas críticas que representaron su entrada en el mundo de la poesía.

La autora proviene en realidad del mundo del teatro, género en el que se inspira incluso para crear marcos de referencia a sus poemas y novelas. Por Alevosías, en 1991, obtuvo el premio Sonrisa vertical. En 2003 publicó El botón de oro, una novela policíaca, género que le ha servido de inspiración incluso para ciertos poemas.


“La poesía la tenemos en todos lados; hay que saber detectarla”. Rossetti explicó a nuestros alumnos que, por esta misma razón, por la omnipresencia de la poesía, sus versos siempre están inspirados, como no podría ser de otro modo, en las cosas que le pasan. Aunque suele identificarse su poesía con la temática erótica, la autora insistió en que hay mucha más diversidad en su obra de la que a simple vista se aprecia en los títulos. “La poesía debe tener un lenguaje que persuada, que convenza. La primera condición es que la poesía tenga música. El concepto de lo erótico nos habla realmente del movimiento del amor. El erotismo está en quien lo lee”.

Rossetti es conocida también por su dedicación a la literatura infantil; también es autora de la ópera El secreto enamorado, que con música de Manuel Balboa y basándose en la correspondencia de Óscar Wilde, cuenta la frustración amorosa del escritor. De 2014 es su Panabecedario, donde se combinan dos estéticas, la de la palabra y la imagen para crear universos únicos. Su próximo proyecto, ya en marcha, es un libro sobre mujeres que han vivido en el Barrio Maravillas de Madrid. Ana Rossetti va por las calles de su propio barrio contando las vidas de grandes mujeres como Clara Campoamor, Rosalía de Castro o Emilia Pardo Bazán.


Agradecemos a la poeta el tiempo que compartió con nuestros alumnos y los versos que nos dejó en el aire:
“(…) Multitud de identidades se comprenden
en la aparente y apaciguadora singularidad.
La poesía dice yo, tú, él, ella…
y a todos y a cada uno de nosotros nos designa
borrando los contornos de las almas (…)”.
“Aclaración” (de Llenar tu nombre)

miércoles, 13 de febrero de 2019

La Celestina, en el teatro Karpas de Madrid. Nuestros alumnos nos lo cuentan...

Nuestros alumnos de 3º de ESO tuvieron la oportunidad de acudir el pasado 18 de enero a la representación de La Celestina en el Teatro Karpas de Madrid. Pudieron disfrutar de un espectáculo en vivo y en directo que les permitió conocer sobre las tablas la Tragicomedia de Calixto y Melibea. Recogemos a continuación algunos fragmentos de las crónicas que varios alumnos redactaron con posterioridad al espectáculo.



La obra nos cuenta la historia de un joven que, buscando su halcón, se cuela en el huerto de una dulce y bella doncella de la cual se enamora perdidamente. Piensa en ella a cada minuto, de manera que su criado Sempronio decide hablarle de los servicios de Celestina. Cuando Calixto conoce a la vieja alcahueta queda convencido de que, gracias a su intervención, Melibea lo aceptará como amado. En ese mismo encuentro, el joven le entrega cien monedas de oro a Celestina como anticipo por sus favores.

Poco después, Celestina lleva a casa de Melibea un hilado embrujado para conseguir llevar a cabo su plan; en un principio, a Melibea parece agradarle la visita, pero, cuando Celestina nombra a Calixto, se muestra de repente enfadada y pide a la alcahueta que abandone su casa. La vieja consigue convencerla hablándole de sus “buenas intenciones”. De su primer encuentro con Melibea, Celestina consigue que esta le dé el cordón con el cual sujeta su vestido. Cuando Calixto tuvo entre sus manos la preciada reliquia, recompensa a su ayudante con una cadena de oro. Esta misma noche tendrá lugar el encuentro de los enamorados. En el transcurso del mismo, Pármeno y Sempronio oyen a gente acercarse y corren para avisar a su amo y salir después corriendo hacia la casa de Celestina. Allí le reclaman su parte de la recompensa, pero ella, que es avariciosa, no quiere entregársela y, ellos, enloquecidos por el deseo de venganza, la matan.

El pueblo, como castigo, ejecuta a los criados; mientras, sus amadas, Elicia y Areusa, deciden vengarse por ello. Mientras Calixto y Melibea se encuentran disfrutando de su amor en el huerto de la casa de ella, Sosia, el criado de Calixto, llama a su señor para que baje. Este, al acudir a la llamada, termina cayéndose desde el muro y, en consecuencia, muriendo...

Melibea se siente desbordada por la pena y la angustia. Decide contarle a su padre que ha perdido la virginidad con Calixto y que, aunque haya muerto, sigue locamente enamorada de él; para reunirse con su amado, se lanza al vacío”.
JAMILA AMEZIANE 3ºC


En general, la obra resultó entretenida gracias a la gran actuación de los actores, a pesar de que hablaban en castellano antiguo y que tuvieron que interpretar escenas de contenido explícito y un poco comprometido. Comprendimos bien la obra debido a que ya habíamos hablado de ella en clase y el castellano antiguo fue fácil de entender. Personalmente, me agradó bastante y los personajes que interpretaban a los criados fueron los que más me gustaron, junto a Celestina.

Al finalizar la obra, los actores hicieron una ronda de preguntas en la que les pudimos trasladar nuestras dudas acerca del texto y su preparación. La actividad me pareció interesante porque pudimos ver un clásico de la literatura adaptado a nuestros conocimientos. No me esperaba que fuese tan entretenida y que los personajes de los criados terminasen siendo los más atractivos”.

CELIA GONZÁLEZ DÍAZ. 3º C



La oscuridad inundaba la sala, hasta que un gran foco iluminó el escenario. De repente, la voz de un joven interrumpe el silencio, dando así comienzo la función.

Un gran golpe nos sorprendió. Entraron en escena dos hombres que vestían y hablaban de una forma un tanto peculiar a la que no estábamos acostumbrados. No íbamos a dejar de prestar atención por no entender unas cuantas palabras, así que no nos quedaba otra que hacer el esfuerzo de trasladarnos en el tiempo hasta esa época e imaginarnos cada uno de los acontecimientos de La Celestina y disfrutar.

Las emociones fueron sucediéndose conforme escuchábamos a los actores actuar dando vida a sus personajes. Los aplausos con que terminó la representación nos hicieron despertar y regresar de nuestro viaje al pasado.

La experiencia no quedó ahí. Después de la obra pudimos conocer más de cerca a los verdaderos protagonistas, los que habían conseguido entretenernos y llamar nuestra atención. Muchas fueron las manos ansiosas por preguntar y por saber. Por desgracia, iba llegando el final de nuestra visita al teatro Karpas. Tras el coloquio, toda la sala estalló en aplausos, como gesto de agradecimiento por ese rato de diversión, risas, tristeza y desconcierto del que habíamos sido espectadores.
MÓNICA LÓPEZ, 3º A


-Sí que es pequeño, sí.
Cincuenta y cuatro asientos contamos.

Pero nunca imaginamos que fuera “tan” pequeño. Nuestras rodillas chocando con los asientos delanteros; los codos, peleándose por ocupar el reposabrazos. Estiramos bien el cuello para alcanzar a ver algo del escenario, aún vacío. Es cierto que no nos imaginábamos que el teatro Karpas fuera así, pero tampoco éramos capaces de imaginar lo que íbamos a presenciar entre esas cuatro paredes. En cuanto se apagaron las luces y desaparecimos en la oscuridad, también desapareció aquel espacio. Ya no importaba que la sala fuera pequeña.

El silencio que raramente lográbamos alcanzar, se vio interrumpido enseguida por unos gritos de sorpresa: dos actores acababan de entrar por la puerta trasera (o mejor dicho, cortina trasera), peleándose a grito pelado. Calixto acababa de perder su halcón. La obra estuvo llena de sobresaltos. Los personajes entraban y salían continuamente, paseándose tanto sobre el escenario como por los pasillos. Estaban siempre en continuo movimiento. Hablaban en castellano antiguo, pero no nos costó mucho acostumbrarnos a él.

Melibea no tardó en salir a escena tras una fina tela negra colgada del techo. Solo veíamos su sombra y escuchábamos su voz, pero a Calixto le bastó con eso para enamorarse perdidamente de ella.

El personaje de la Celestina fue, en mi opinión, el mejor. Haciendo honor a su nombre, claro, pues era la encargada de unir a Calixto y Melibea. Fue muy interesante ver cómo, poco a poco, iba manipulando a todos los personajes. Siempre movida por el dinero, sabía lo que querían todos los que la rodeaban y lo usaba hábilmente en forma de chantaje.

La escena más emocionante sin duda fue la de la muerte de Celestina. El ambiente se había ido caldeando; aguantamos la respiración ante esta obra que en principio se nos había presentado como un sencillo cuento de amor, como muchos otros, y que terminó volviéndose una historia enrevesada de final trágico, con el interés y el dinero siempre como protagonistas.

No pudimos dar por finalizada la obra más que con un gran aplauso, que se extendió por toda la sala, porque es lo que tienen los techos bajos.
CLAUDIA YUGUERO 3º



En mi opinión, la excursión estuvo genial. Yo llegué al instituto a las ocho, como todos los días normales pero, esta vez un poco más entusiasmada ya que sabía que nos íbamos de excursión y que era viernes; tenía ganas de que nos fuéramos ya, pero parecía que no llegaba la hora. Cuando entramos al teatro Karpas , lo primero que pensé es¡qué pequeño!”. Me senté al lado de mis amigas. Primero entraron unos hombres a pedirnos silencio durante la representación y a explicarnos un poco el tema de la Celestina. Por fin, empezó la función y todos nos callamos. Calixto entró y se enamoró a primera vista de Melibea. Sempronio, con tono gracioso, lo aconsejaba y le contaba que tenía un remedio llamado Celestina, que podría conseguir que Melibea se enamorara de él. Conforme transcurre la historia, Melibea se va enamorando.

Celestina consigue su trabajo,
y que Melibea se enamore, pero no quiere compartir con Sempronio ni con Pármeno el dinero ni la recompensa que le había dado Calixto. Entonces ellos se sienten engañados y la atacan. Celestina pide ayuda a Elicia y Areusa gritando, pero no es suficiente... Celestina acaba muriendo y Sempronio, junto a Pármeno, son ajusticiados por ello. Por la noche, Calixto y Melibea se encuentran por fin y hablan a través de un muro. Calixto oye murmullos y gritos, va corriendo para ayudar pero antes se despide de Melibea. Ella pronto se entera de la terrible noticia de la muerte de su amado. No aguanta la vida sin él. Sube a lo alto de la torre y… Silencio”.

MIRIAM HERVÁS  3ºC

Al principio pensé que no iba a ser de mi agrado, por las reducidas dimensiones y el aspecto pobre del teatro, pero poco a poco me fui metiendo más y más en la historia.

Me encantó la mezcla de amor y comedia que logran; lo que menos me gustó es el drama y el suspense que tras la muerte de todos esos personajes a los que habíamos cogido tanto cariño y afecto.

Gracias a esta salida, he descubierto un pasatiempo. No creo que sea la última vez que vaya al teatro.

ALEJANDRO BREA AYUSO 3º C


Era un sitio no muy grande, pero con un buen decorado, tal vez imitando los antiguos teatros con clase. Había un gran espejo donde la gente se hizo alguna que otra foto y entonces, ahí estaba la sala, una pequeña y honesta sala.

Todos nos sentamos; el responsable del teatro nos explicó qué es lo que pronto verían nuestros ojos, a pesar de que la mayoría ya lo sabía. Se apagó la luz, comenzó la función.

Cada personaje que allí actuaba hablaba alto y claro, metiéndose dentro de su personaje, sintiendo ese papel que había adquirido, hablando en un castellano antiguo perfecto y, sobre todo, haciéndonos sentir que, en ese momento, vivíamos la historia de Calixto y Melibea.

Cuando la función terminó, llegó el momento de regresar a la realidad. Nuestros estómagos ya se estaban manifestando. A gran velocidad, todos fuimos al Burguer King, necesitábamos comer. Pasamos bastante rato allí, aunque trnascurrió rápido. Entre risa y risa, el tiempo vuela. Era la una y media del mediodía; ya debíamos irnos a coger el autobús en el mismo lugar que nos había dejado. Allí, otra vez, riendo sin cesar, llegamos a nuestro centro de educación sin ni siquiera llegarlo a notarlo.

Cada uno se encaminó hacia su clase, a pesar de que luego todos nos mezclamos de nuevo. Sonó el timbre, cada uno se fue, con una gran sonrisa en la cara, tras un día distinto y emocionante”.
LAURA SEOANE GONZÁLEZ 3ºA



sábado, 2 de febrero de 2019

Pensamiento visual: "Doña Truhana" en El Conde Lucanor de don Juan Manuel



Esta semana hemos trabajado con "Doña Truhana", una historia muy parecida al popular cuento de la lechera, que don Juan Manuel incluyó en su obra El Conde Lucanor. Os dejamos los resúmenes visuales de nuestros alumnos y el texto que han leído.


















Cuento VII: Lo que sucedió a una mujer que se llamaba doña Truhana.
Otra vez estaba hablando el Conde Lucanor con Patronio de esta manera:
-Patronio, un hombre me ha propuesto una cosa y también me ha dicho la forma de
conseguirla. Os aseguro que tiene tantas ventajas que, si con la ayuda de Dios
pudiera salir bien, me sería de gran utilidad y provecho, pues los beneficios se
ligan unos con otros, de tal forma que al final serán muy grandes.
Y entonces le contó a Patronio cuanto él sabía. Al oírlo Patronio, contestó al conde:
-Señor Conde Lucanor, siempre oí decir que el prudente se atiene a las realidades y
desdeña las fantasías, pues muchas veces a quienes viven de ellas les suele
ocurrir lo que a doña Truhana.
El conde le preguntó lo que le había pasado a ésta.
-Señor conde -dijo Patronio-, había una mujer que se llamaba doña Truhana, que era
más pobre que rica, la cual, yendo un día al mercado, llevaba una olla de miel en
la cabeza. Mientras iba por el camino, empezó a pensar que vendería la miel y que,
con lo que le diesen, compraría una partida de huevos, de los cuales nacerían
gallinas, y que luego, con el dinero que le diesen por las gallinas, compraría ovejas,
y así fue comprando y vendiendo, siempre con ganancias, hasta que se vio más
rica que ninguna de sus vecinas.
»Luego pensó que, siendo tan rica, podría casar bien a sus hijos e hijas, y que iría acompañada por la calle de yernos y nueras y, pensó también que todos comentarían su buena suerte pues había llegado a tener tantos bienes aunque había nacido muy pobre.
»Así, pensando en esto, comenzó a reír con mucha alegría por su buena suerte y, riendo,
riendo, se dio una palmada en la frente, la olla cayó al suelo y se rompió en mil
pedazos. Doña Truhana, cuando vio la olla rota y la miel esparcida por el suelo,
empezó a llorar y a lamentarse muy amargamente porque había perdido todas
las riquezas que esperaba obtener de la olla si no se hubiera roto. Así, porque
puso toda su confianza en fantasías, no pudo hacer nada de lo que esperaba
y deseaba tanto.
»Vos, señor conde, si queréis que lo que os dicen y lo que pensáis sean realidad algún día, procurad siempre que se trate de cosas razonables y no fantasías o imaginaciones dudosas y vanas. Y cuando quisiereis iniciar algún negocio, no arriesguéis algo muy vuestro, cuya pérdida os pueda ocasionar dolor, por conseguir un provecho basado tan sólo en la imaginación.
Al conde le agradó mucho esto que le contó Patronio, actuó de acuerdo con la
historia y, así, le fue muy bien.
Y como a don Juan le gustó este cuento, lo hizo escribir en este libro y compuso
estos versos:

En realidades ciertas os podéis confiar,
mas de las fantasías os debéis alejar.